sábado, 3 de abril de 2010


Y La Joven se vio sola en aquella estación.
Se acomodó, y partió a sentarse.
Sentía algo extraño dentro de sí, tal vez en su pecho.. algo le decía que sucedería alguna cosa. Observó y recordó que llevaba el collar, aquél que le traía tantos recuerdos y sentimientos como si fuesen recientes.
Miraba de un lado a otro, mientras sus pies colgaban del asiento y se preguntaba que hacía ahí, realmente ella no recordaba como había llegado, pero de alguna manera sabía que debía estar ahí, y eso le calmaba el alma..., si lo podríamos llamar alma. Sentía como pasaban los segundos, minutos, horas. Pero seguía esperando con una paciencia sobrenatural, de la que ella misma se sorprendía, aunque ni siquiera supiera la motivación de su espera.
-Creo que mejor me iré y tomaré un bus!-pensó radicalmente.

Pero al moverse de su asiento, abanzó hasta el fondo del camino y se dio cuenta que no habían escaleras, era solo ella en aquella estación. De un modo bastante sobrecogedor se dirigió a su asiento con la cabeza gacha pensando y pensando, dándole vueltas a lo pasado.

Una Brisa de aire caliente, con cierto aroma a vainilla pero muy escalofriante la hizo procesar. De manera intermitente comenzaron a asomarse imágenes, palabras, momentos patentes y muy importantes. Cansada de aquel remesón emocional y cerebral, comenzó a sentir un peso, un peso en sus ojos, claro el remesón la hizo cansarse de modo que quería dormir, pero en eso, otro flash se vino a su cabeza. Se preguntó a si misma:
-¡¿Viste los detalles?!, ¡pensaste que quizás ahí esta la respuesta a tus dudas?.- pensó euforicamente.

Por lo que comenzó a mirar detenidamente la estación, olvidando su cansancio. Fijó su atención en un reloj que avanzaba como loco, unas 5 vueltas completas por minuto real.
Luego observó la linea frente a ella, se asomó y observó un túnel, si. Una sensación de emoción se apoderó de ella lo que la hizo entender que estaba esperando algo. A que llegara de aquel carro de andenes algo que esperaba, pero no sabía qué o quién.

Volvió a su asiento.
Entre mirada y mirada en cada detalle del lugar, se dio cuenta que no miró a su lado. A su derecha se veía un asiento igual al de ella naranjo sin respaldo. Comenzó a reflexionar porqué habrían solo 2 asientos y al parecer ella esperaba a algo o alguien? PAAAAAAAM!
Descubrió que en realidad ese asiento era para quién la quisiese acompañar en su espera, y que aquél túnel le traería a aquella persona y luego de su acompañamiento tal vez se la llevaría, o quizás no. Quizás traería otra persona más, o tal vez la joven con su acompañante tomarían ese metro para ir a otra estación. Miró su collar y este desapareció, y conscientizó que en verdad ese collar nunca existió, solo era una forma material que ella había inventado para poder recordar que algunas cosas fueron reales.
Supuso que su estación era su fase, donde ella se encontraba era simbólicamente el lugar que ocupaba y ese asiento vacío, era el espacio que ella esperaba llenar de alguna manera.
De pronto todo cobró relación y una sirena sonó...

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